Leera un niño de 1 a 3 años de edad a menudo (de ser posible, por lo menos una vez al día) es una meta magnífica. Elegir momentos de lectura regulares (sobre todo, antes de las siestas y la hora de acostarse por la noche) ayuda a que los niños aprendan a sentarse con un libro y relajarse. Pero usted le puede leer a su hijo
Mi hijo llora para hacer los deberes”, “Se distrae constantemente y no termina nunca”, “No sé qué hacer para que me haga caso y haga los deberes”, “No vuelvo a ayudarle más, aunque suspenda” Estas y otras frases parecidas suelen ser típicas en padres tras un día difícil intentando ayudar a sus hijos con los deberes.Lospadres pueden preguntar la lección a sus hijos para comprobar los resultados. 3. Dificultad de atención y concentración. Ocurre cuando al niño le cuesta mucho concentrarse y ponerse a estudiar. Cualquier estímulo a su alrededor atrae su atención y pierde el tiempo. Su rendimiento es escaso y tarda demasiado tiempo en